Cuando se estudia el diseño de un nuevo sitio (o incluso cuando se replantea la necesidad de actualizar uno vigente) se deberían balancear las propuestas y considerar si ese público que no puede aprovechar un diseño como el que se mostró es importante o no para quien define el diseño (que puede ser el webmaster/ webmistress o tal vez el dueño del objeto)
Cada diseño accesible beneficia a grupos más amplios de futuros probables consumidores del sitio de que se trate y llega a más gente interesada en este canal de comunicación.